Santafé

  • Año:
    1937
  • Ciudad:
    Bogotá

Esta urbanización es la primera de carácter mixto en la que la Tulio Ospina y Cía. intervino de manera total. Hasta entonces la firma se había centrado en áreas exclusivamente residenciales; en este proyecto para la urbanización Santa Fe se planteó no sólo la construcción de viviendas sino también de pequeñas industrias y edificios para arrendar, condición que estuvo definida por varios determinantes. Por un lado, su cercanía al centro de la ciudad, su fácil acceso desde los sectores norte y sur, su proximidad al tradicional sector de San Victorino y, finalmente, su sencillo acceso a las estaciones del ferrocarril y el tranvía. Así se procedió al desarrollo de los terrenos denominados a principios del siglo 20 como potreros de “Lenguavaca” y que estaban localizados al occidente de la carrera 14 (avenidas Caracas) y al sur del cementerio Central.

El proceso que siguió la firma fue semejante a los demás emprendidos hasta la fecha. Inicialmente se conformó una empresa familiar denominada Compañía Urbanizadora Santa Fe, de la cual fueron socios los hermanos Tafur Villalobos, propietarios del terreno, que en 1938 decidieron ampliar su capital recibiendo como nuevos socios a la sociedad Tulio Ospina y Cía. Así nació la urbanización Santa Fe, que tuvo un gran éxito desde su mismo comienzo al ofrecer predios a un valor inferior al de otras urbanizaciones exclusivamente residenciales. Esta situación se explicaba por la vecindad del predio al cementerio Central, que obligó al arquitecto Brunner a diseñar un área industrial de bajo impacto sobre el costado sur del cementerio, para así evitar la proximidad inmediata con éste. Esta decisión fue muy acertada, puesto que en tan sólo cuatro años sus precios iniciales se duplicaron, no sólo por ese carácter mixto, sino por su cercanía al centro.

El bajo valor de los lotes se pudo financiar también a partir de su tamaño, en la medida en que se realizó una división predial con lotes más pequeños que los que se ofrecían en el mercado. Esta economía en la distribución interna no se hizo extensiva al trazado urbano que ofrece holgadas calles cuyo tamaño se acentúa al no poseer antejardines. Otro de los factores positivos fue ofrecer totalmente pavimentadas las vías, así como una adecuada cobertura de los servicios públicos, lo que resultaba inusual en un proyecto de su carácter.

En ese entonces era frecuente que las urbanizaciones mixtas, industriales y obreras se caracterizaran por la no culminación de sus obras de urbanismo y servicios, que sólo se emprendían al finalizar la venta total del terreno y, en muchos casos, años después. En el caso del barrio Santa Fe, este factor generó que las primeras edificaciones fueran de buena calidad y “categoría”, y se motivara así la presencia de comerciantes, especialmente inmigrantes llegados a la ciudad huyendo de la guerra en Europa, quienes ya conocían el sistema de vivienda en altura y para los cuales vivir en apartamentos no representaba ningún problema. Esta fue una de las características iniciales del sector, como bien se describió en la revista Casas y Lotes: “Esta urbanización despertó especial interés entre la colonia judía residente en la ciudad, la cual poco a poco la fue invadiendo hasta constituir hoy día el más alto porcentaje dentro de los habitantes de ella, lo cual ha sido un motivo de la valorización de sus lotes como de sus demás propiedades, por la demanda de ellas dentro de dicha colonia; pero por otro aspecto ha hecho retirar el interés de los inversionistas nacionales, quienes no gustan de vivir en edificios o casas de carácter mixto —habitación de familia y fábrica o talleres privados—, o junto a ellos ya que, como se sabe, esta colonia extranjera acostumbra agrupar en una misma casa o apartamento la habitación de familia en sí y la fábrica o taller o pequeña industria”.

Para ilustrar las características de las personas que inicialmente compraron predios en el barrio Santa Fe y el tipo de edificaciones que allí se erigieron, se puede mencionar el caso de Carlos J. Abusaid (1910-1977), propietario de los almacenes Los Ángeles S.A. y la fábrica de medias Berkshire, y quien en 1944 confió al arquitecto Carlos Tapia la construcción de un edificio de tres pisos en la calle 22A con carrera 16. Abusaid solicitó que en cada piso se distribuyeran “cuatro apartamentos, cada uno de los cuales dispone de living-room, una alcoba, baño y cocinita”. Este es un caso típico de renta sobre un inmueble, ya que la residencia de este empresario se estaba construyendo en ese momento con la dirección del mismo arquitecto en la urbanización Teusaquillo. La urbanización Santa Fe se convirtió en un centro de experimentación de la vivienda, ya que fue uno de los primeros sectores donde aparecen de manera exitosa propuestas de apartamentos compactos, viviendas-taller y viviendas-comercio, que impulsaron el desarrollo del diseño de vivienda para la clase media. El único factor que no se contempló, y que hoy forma parte de la modificación general de sus inmuebles, fue la presencia del estacionamiento, puesto que son muy pocas las edificaciones que lo tuvieron por considerar que “se puede edificar sin garajes por su vecindad al centro de la ciudad”.

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